Ayer, mientras caminaba y caminaba por el centro de esta ciudad, reconociendo las calles que ya había dejado de transitar, comencé a darme cuenta de que siempre estoy realizando ejercicios de escritor, más que cosas de técnico, ingeniero o la vocación que disque estudié, pagué y pagaron mis patrocinadores.
Desde que abandoné mi último trabajo (7 de Octubre), me siento más relajado, e incluso un poco motivado, no tanto por haber encontrado algo mejor, sino por darme cuenta de que mi sustento... está en mis manos y nada más.
Mientras muchos me dicen "deberías...", "no te das cuenta que...", "hay un trabajo en...", "estás tomándolo a la ligera" y el clásico "Con tus estudios..."
Hoy día, ya no estoy para pensar en el futuro, cuando el presente se me está escurriendo en expectativas y la espera de mejores tiempos. Necesito actuar y dejarme llevar (por la autopista).
En medio de la incertidumbre y el anhelo.
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