Lo acaecido el primer domingo de este Julio, nos ha dejado en manos de un gobierno más torpe, más corrupto y más inconsciente de lo que puede provocar en la sociedad que ha explotado hasta el hartazgo. Es posible que muchas cosas sigan haciendo frente a esta imposición, pero dejemonos de hacernos tontos, no vamos a detener nada, poniendo memes en facebook, haciendo marchas cada semana o dejando de consumir las companias y medios asociados (posiblemente se dé una punzada de atención, sin embargo, solo es el inicio).
La transformación social y moral, de nuestras poblaciones: debe comenzar desde lo más profundo, desde los representantes más inmediatos, el analisis de ellos (¿De donde son? ¿Quién los apoyo? ¿Que han aportado? ¿Cuales son sus objetivos? ¿Han funcionado?), fomentar una cultura política(suena más raro de lo que se lee, creanme) en cada comunidad, crear celulas de información ciudadana, dejar de elegir como si fuera concurso de reality (por carisma, popularidad y colores de camiseta), mantener una atención más cerrada hacia los representates distritales.
Por ultimo, quiero dejarles el discurso de Lopéz Obrador que dio este jueves 12, donde hace la argumentación y resume los acontecimientos de lo que fue la campaña Televisa-TvAzteca-Milenio, llamando a la vía legal, esperando que la TEPJF actue conforme a derecho:
"Empiezo diciendo que la minoría que domina en el país, decidió, de
tiempo atrás, para mantener el régimen de corrupción que les beneficia,
imponer a Enrique Peña Nieto como Presidente de México.
La estrategia que pusieron en práctica consistió en utilizar sus
medios de comunicación y mediante la publicidad introducirlo al mercado
para hacerlo figura nacional. Televisa, Milenio y muchos otros, se dedicaron a proyectar una imagen de Peña Nieto que no corresponde a lo que es y representa.
Con esa fórmula, durante mucho tiempo, Peña Nieto mantuvo una gran
popularidad, pero en la campaña las cosas empezaron a cambiar. Poco a
poco, la gente se fue enterando por las redes sociales y por otros
medios no convencionales, que se trataba de un engaño, de una farsa.
El 6 de mayo se celebró el primer debate y, aun cuando no se
transmitió en los canales de mayor audiencia, millones de mexicanos se
percataron de que Peña Nieto perdió el debate y quedó evidenciado como
el candidato del grupo más corrupto de México. Posteriormente, el 11 de mayo, Peña Nieto asistió a la Universidad
Iberoamericana. Los estudiantes lo encararon y su torpe y autoritaria
respuesta, secundada por los políticos que lo rodean, así como la
distorsión de los hechos en los medios de comunicación, en particular de
Televisa, dio lugar al movimiento #YoSoy132.
A partir de entonces, esta expresión estudiantil, con la demanda del
derecho a la información y de no permitir la imposición de Peña Nieto,
empezó a despertar a otros jóvenes en todo el país y a sacudir las
conciencias de los ciudadanos, sobre todo, de las clases medias de
México. Después de este importante acontecimiento, empezó a crecer el rechazo
hacia Peña Nieto y se precipitó su desplome en cuanto a las
preferencias electorales. El jueves 31 de mayo, el periódico Reforma dio
a conocer una encuesta en la cual la diferencia entre Enrique Peña
Nieto y mi candidatura era de apenas 4 puntos. Días después, del 31 de
mayo al 4 de junio, nuestro equipo técnico levantó otra y el resultado
ya nos daba 2 puntos de ventaja.
Al percatarse sus patrocinadores que Peña Nieto se estaba cayendo,
desesperados buscaron reforzar su estrategia mediática y consiguieron el
apoyo del ex presidente Vicente Fox. Al mismo tiempo, iniciaron la
guerra sucia en mi contra, en contubernio con los personajes que ejercen
más influencia en el Partido Acción Nacional. Sin embargo, lo más perverso e ilegal, fue la determinación de
reclutar y alinear a los gobernadores del PRI para encargarles que se
ocuparan de obtener votos a como diera lugar, sin escrúpulos morales de
ninguna índole.
El 12 de junio, en Toluca, en la casa oficial del gobernador del
Estado de México, se reunieron 16 gobernadores del PRI con Peña Nieto y
su equipo de campaña. Ahí, se asignaron cuotas de votos por mandatario. Por ejemplo, Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, se
comprometió a conseguir 2 millones 900 mil votos que, casualmente, fue
lo que obtuvo Peña Nieto en el Estado de México.
La confabulación de los gobernadores en el Estado de México se
tradujo en utilizar recursos del presupuesto público de los estados para
comprar millones de votos en todo el país.
Una prueba bien documentada de lo anterior fue el modo en que operó
el gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, el cual asignó a sus
principales colaboradores, por distrito y municipio, y está demostrado
que manejaron chequeras con millones de pesos para la compra de votos.
En la práctica, en todo el país, el sufragio se adquirió con dinero
en efectivo, con tarjetas para la obtención de mercancías, con
despensas, materiales de construcción, fertilizantes y otras dádivas.
A los cuantiosos recursos económicos de procedencia ilícita que se
ejercieron para la compra de los votos, habría que sumar miles de
millones de pesos gastados en publicidad, en encuestas hechas a modo y
en el pago a quienes ejecutaron y apoyaron directa o indirectamente este
vergonzoso plan. Todo ello, obviamente, rebasa con creces el tope de
gastos de campaña establecido en la ley.
El operativo masivo de compra de votos se llevó a cabo antes y
durante el día de la elección. Un caso emblemático es el de los
monederos electrónicos de las tiendas Soriana, comercios que fueron
vaciados por multitudes del Estado de México, que canjearon tarjetas al
día siguiente y en los días posteriores a la elección.
Aunque la compra del voto se dio prácticamente en todo el país, fue
más acentuada en las zonas donde viven los más pobres de México, en
especial en el medio rural. En estos lugares se registró el mayor nivel
de participa ión ciudadana del país, contrario a lo sucedido en las
anteriores elecciones presidenciales y superior a la media nacional
registrada en los actuales comicios. Por ejemplo, en los tres distritos con más población rural de
Yucatán, se registró una participación promedio del 86 por ciento. En
Chiapas, la participación ciudadana, con respecto al 2006, se incrementó
en 118 por cien o y el PRI consiguió 506 mil votos de más.
Asimismo, en las casillas no urbanas, que son el 35 por ciento del
total, Peña me gana, entre comillas, con 2 millones 801 mil 042 votos,
lo que representa el 85 por ciento de su supuesta ventaja a nivel
nacional.
No puede dejar de indignar y entristecer, el constatar, que los
responsables de la desgracia de millones de mexicanos, encima de todo,
utilicen a sus víctimas, en particular a los más pobres y desinformados,
para sostene su funesto poder económico, político y mediático. Además, fueron introducidas a las urnas ilegalmente infinidad de boletas marcadas a favor de Peña Nieto.
Las pruebas y testimonios que hasta ahora tenemos, nos permiten
sostener que se compraron 5 millones de votos, aproximadamente. Tan solo
en el Estado de México, Veracruz y Chiapas se adquirieron alrededor de 2
millones de votos.
En razón de lo anterior, y sin tomar en cuenta otras violaciones
flagrantes a la Constitución y a las leyes en la materia, podemos
resumir que en elecciones libres, la mayoría de estos ciudadanos no
hubiesen votado por Peña Nieto.
Estamos ante un hecho completamente atípico. Baste decir que en las
902 casillas especiales que se instalaron en todo el país, donde
sufragaron libremente los ciudadanos, el resultado fue completamente
distinto: por Josefina Vázquez Mota 27.8%, por Enrique Peña Nieto 28.1%,
por mi candidatura 41.0%, por Gabriel Quadri 1.6%, por candidatos no
registrados 0.2% y los votos nulos 1.2%. En este tipo de casillas Peña
solo gana en 4 estados de las 32 entidades de la República.
En suma, el sesgo que significó la compra y manipulación de millones
de votos, no permite dar certeza a ningún resultado ni al proceso
electoral en su conjunto.
En el terreno estrictamente legal, se violó el Artículo 41 de la
Constitución, que establece que las elecciones deben de ser libres y
auténticas. En consecuencia, el día de hoy, en los términos que establece la ley,
presentaremos el juicio de inconformidad para demandar la invalidez de
la elección presidencial.
Llamo a todos los mexicanos a no permitir que se viole impunemente la
Constitución y se cancele, en los hechos, la vía democrática. Proceder de otra manera sería renunciar a nuestros derechos
fundamentales y admitir la antidemocracia como forma de vida y como
sistema de gobierno.
A mediados de la semana próxima, daremos a conocer el Plan Nacional para la Defensa de la Democracia y de la Dignidad de México.
Todo lo que hagamos será en estricto apego a nuestros derechos ciudadanos consagrados en la
Constitución.
En especial, reitero que siempre actuaremos por la vía pacífica. No
daremos ningún pretexto para que los violentos nos acusen de violentos.
No aceptemos que la corrupción domine por entero la vida nacional. Luchemos por el renacimiento moral de México."
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