Recuerdo aquel suceso sobre unos tipejos ingleses que describieron la cultura y sociedad mexicana, como floja, mal hecha, flatulenta y demás. Los medios del dúo-polio lo hicieron tema de indignación nacional, hasta parecía que nos íbamos a levantar en armas contra Inglaterra (me dije ¡meh!).
Acaba de pasar lo de la semana santa, de la cuál el personaje principal de esta tradición, predico con la igualdad para todos y la ridiculez de las castas (me dije "ojala y la gente retome más esto, que buscar ver la película de Mel Gibson").
Ahora resulta que orgullosamente la TV abierta va a dar cobertura total del "evento del año", "del cuento de hadas", "la boda real", " _______(
Y la respuesta, pues no deja de ser obvia: mientras lo consuma.
Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana.
Y del Universo no estoy seguro.
A. Einstein.
2 comentarios:
Hace dos días que leía tu entrada no comprendía a qué evento te referías. Ahora que no se habla de otra cosa en el portal de Prodigy, creo entender ya a qué te refieres y comprendo también tu hastío -y con él me solidarizo.
Mira, ¿sabes qué es lo rescatable de todo esto asunto? Que no hay quién nos obligue a dar cobertura a semejante irrelevancia. Mi ser, mi alma y mente no dejarán nunca de estremecerse ante eventos -a veces bien cotidianos- de absoluta belleza, de absoluta simpleza: lo humano, los animales, el universo y planetas, los números :) y un sinfín de la grandeza de existir reflejada en sucesos en apariencia nimios (pero un sinfín también de cosas que nos degradan y que demandan de toda nuestra atención).
Pero me gusta tu entrada fre, este momento de reflexión, la necesaria crítica. Un ser humano que piensa y se resiste al vaivén de las intrascendencias y dopaje mediáticos.
Un saludo.
@Eleutheria
Querida lectora:
Dopaje mediático es la expresión correcta.
Leí y volví a leer esta entrada, y sí me parecía un desahogo, de un evento intrascendente, al final de cuentas.
Pero creo que la justificación es la que mencionas, uno se harta, cuando estas cosas se magnifican.
Y siempre tendremos a donde escapar.
Un saludo reconfortado.
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