Eriksson ¿Una solución deportiva lejos de la corrupción?

Hace mucho pronosticaba, la caída de H. Sanchez como técnico de la selección mexicana.

¿Y fue algo difícil de predecir?
No.

¿Porque?
Por la endeble manera de dirigir, las nulas tácticas de juego del equipo, los intereses extra deportivos y la mediática arrogancia del pseudo director técnico; combinadas con la necia sordera y ceguera de las televisoras, preparaban ese resultado.

Este post, se basa más en observaciones del nuevo guía del tricolor, su forma de trabajar y el entorno que se ha enredado alrededor del negocio que significa el fútbol mexicano.

Desde el primer día, Eriksson ha demostrado seriedad, en su forma de trabajo: vigilar los partidos de la liga local; mandar visores a Europa para revisar a los jugadores que participan en Inglaterra, Holanda, Alemania y España; rodearse de gente que conoce el medio; estar desvinculado de promotores que han enturbiado a la liga, con sus jugadores recomendados.

Caso contrario al de su antecesor: Hugo tuvo el descaro de meter a su promotor a las concentraciones, al vestidor en los juegos importantes y consultar con él las convocatorias. Este amiguirijillo cobraba ciertas primas o bonos, con solo tener a sus jugadores en la banca (el chiste era, que los jugadores formaran parte de la selección por más maletas que fueran).

Cuando se postulo a Sven , muchos involucrados mostraron su inconformidad con esta nueva contratación. Periodistas chafas que son títere$ de promotores, jugadores amigo$ muy cercanos de técnicos caseros que tenían alta$ pretensiones de dirigir al negocio, digo equipo nacional. Sin embargo, solo se quemaron, por falta de argumentos y por un simple motivo: para que el negocio de la selección tenga un futuro más lucrativo, ya tiene que ganar algo o ser un verdadero protagonista en la competencia.


Por eso se recurrió a un verdadero estratega, como este sueco respaldado por sus logros. Que en el poco tiempo que lleva como responsable, ha moldeado un plan de trabajo creíble, palpable y de medidos objetivos.

Lo único que espero de este equipo, es que tenga un estilo de juego decente y no sea un amontonamiento de ganado como el que arreaba Sánchez.


Las televisoras seguirán y seguirán por ese camino de escandalosas campañas y numerosos contratos, solo para que el televidente vea como es inundada la repetición de un gol, por anuncios telefónicos o de refrescos.