viernes, septiembre 09, 2011

So happy for her.

Desde hace un tiempo, me parece que a partir de la universidad, he desechado la idea o el concepto de destino. Para mi nada puede estar definido, ni siquiera predispuesto por un nuevo pensamiento; lo que me lleva a ser creyente de que aún el mismo pasado te puede crear nuevos escenarios, o las cosas súbitas e incluso la cercanía de la muerte te empujan a moverte, a no quedarte estático.

Hoy dí por obsoleto mi ultimo celular un LG ME970 (la pantalla dejó de funcionar), lo que me llevo a buscar mi Nokia 3220b y en este ejercicio: revisar viejos mensajes, de los cuales encontré algunos de D (quien me había dejado mensaje en el muro un día antes, después de meses de no cruzar ni un texto), lo que me llevo a recordar el porque nos hicimos amigos a distancia, el porque a pesar de las cosas que no nos soportamos, aún nos reconforta saber del otro; el porque fui a visitarla en su rehabilitación en aquel verano del 2009 y el porque hace unos meses le falle como amigo.

 

Y precisamente, en la misma noche, me ha puesto al pendiente de lo que es su vida... exactamente eso, como ha avanzado y lo contenta que está.

Podría decirles que me gusta coleccionar coincidencias, pero le daría un tono cursi a mi bloguez.

2 comentarios:

Pixie dijo...

Es bueno recordar para abrirle paso a lo nuevo, la cosa está en no quedarse recordando.

A veces no me sale tan bien eso, pero se hace un esfuerzo.

Saluditos.

Eleutheria Lekona dijo...

Quizá es que el azar sea una forma del destino.

A veces imagino que el caos –al que la ciencia le otorgó ya de dignidad ontológica- y los procesos no lineales y, en fin, lo estocástico, no está sino empaquetado dentro del orden -el caos.

Orden y caos perviviendo en infinitas esferas concéntricas, ¿quién lo sabe?

Fre, como siempre, te leo con gozo.

Fair Weather Friends (Nunca fuimos amigos)

 Uno siempre quiere ser cortés, accesible y flexible; tratamos de encontrarnos con aquello que nos hace sentir plenos o al menos alegres de ...